
no pienses porque te equivocas no me vistas porque no soy un maniquí no me vendas porque no tenes con qué comprarme.

para engañar al mundo, toma del mundo la apariencia; pon una bienvenida en tu mirada y en tus manos, procura el inocente aspecto de una flor pero sé tú la víbora que oculta.
Lo querría, si no fuera porque lo odio
